Espiral de Ámbar – Capítulo 3: El Carnaval de la Estrella Roja

Pues bien, llegamos a la aldea justo cuando el sol se ponía, ¡y una feria acababa de instalarse en el lugar! Todos los habitantes se habían congregado en la plaza del pueblo con motivo del Carnaval de la Estrella Roja, lo que representaba la ocasión perfecta para averiguar si alguien conocía a mi madre. Solo tengo fotos antiguas de ella, pero es la mejor toma con la que cuento de momento.

Todo habría sido mucho más fácil con la ayuda de Chamille, pero ella acababa de irse a hacer travesuras en el carnaval usando su poder elemental. Mientras el mago, llamado Egon el Extraordinario, asombraba a la multitud con una pila flotante de sillas, ¡una copia exacta de él saltó al escenario y comenzó a llamarlo “impostor”! Perdió totalmente la concentración, las sillas cayeron por todo el lugar y la multitud estalló en carcajadas. El pobre tipo tuvo que bajar del escenario. ¡Eso es algo muy típico de Chamille!

Esta vez, su varita también me pareció extrañamente familiar. Me recordó un poco el Bastón de los Elementos de mi padre…

Tristemente, no tuve suerte encontrando pistas del paradero de mi madre, aunque pude probar las empanadas. Son muy buenas. Pero las nuestras son mejores. Claro está.

Había pasado ya el momento de mayor actividad del carnaval esa noche cuando finalmente volví a encontrarme con Chamille, quien me sugirió hablar con los artistas. Yo estaba molesta con ella por no ayudar, pero esa era una buena idea… o eso parecía hasta que nos encontramos frente al remolque de Egon el Extraordinario.

—Creyeron que iban a ponerme en evidencia en medio de mi actuación, ¿verdad? Bien, ¡ahora les mostraré de lo que soy capaz!

Tan pronto como abrimos la puerta, ¡una avalancha de muebles vino volando hacia nosotros!