Espiral de Ámbar – Capítulo 6: Un Fantasma Ambicioso

Siento haberlos abandonado por tanto tiempo, Ninjagrammers. En el instante en el que toqué la urna, ¡todo se puso al revés! Permítanme darles los detalles.

De pronto, algo me arrastró a una nueva visión. Allí estaba mi madre, al igual que un centenar más de personas. En épocas pasadas, cada integrante de ese grupo fue un Maestro Elemental del Ámbar. Había ninjas, guardias, líderes e incluso un chef, pero una figura amenazante los acechaba por detrás.

Era el Maestro del Ámbar Original.

Mi mente se inundó de sabiduría pura, ¡la verdadera historia de mi elemento!

Vi a un despreciable herrero Metaloniano que sentía una creciente envidia de los Maestros Elementales.

Presencié su fascinación por un antiguo árbol retorcido con ámbar místico que aprisionaba todo lo que se acercara demasiado, ya fueran insectos, personas e incluso energía pura.

Con este conocimiento, forjó el primer Cronoacero y lo utilizó para incrustar fracciones de los poderes de los Maestros Elementales en esos artefactos. Canalizándolos en la Urna de la Enemistad, creó un nuevo poder: el ámbar, ¡un elemento para robar otros elementos!

Finalmente, después de una vida labrada a partir de envidia y arrepentimiento, su poder lo abandonó. Fui testigo de su derrota suprema al enfrentar a Wu y Garmadon. En su desesperación, trató de usar la urna una vez más para extraer cualquier don que el Primer Maestro del Spinjitzu hubiera transmitido a sus hijos, pero la urna misma se había vuelto ambiciosa y, contrario a lo que él esperaba, ¡esta absorbió su espíritu! Los hermanos consideraron que el castigo era adecuado y sellaron la urna en lo más profundo de esta tumba.

¡Yo estaba tremendamente confundida! ¿El ámbar no era un elemento original? ¿Lo había elaborado alguien tan malévolo y egoísta como mi padre?

Desgraciadamente, el Maestro del Ámbar Original no había sido solo una visión, sino que seguía dentro de la urna, tratando de escapar de su prisión de ámbar. Estaba desenmascarando mi pasado, mirándome manipular a los Maestros Elementales y lastimando a mis amigos… y yo podía sentir la decepción que le causaba mi redención.

Antes de que yo pudiera hacer o decir cualquier cosa, hubo otra explosión de luz. Esta vez, sentí que todo el mundo a mi alrededor daba vueltas a la vez que se hacía más y más grande…